jueves, 29 de diciembre de 2011

Santa Claus conquista a los marcianos

Año: 1964
Título original: Santa Claus Conquers the Martians
Director: Nicholas Webster
Intérpretes: Leonard Hicks, Vincent Beck, Bill McCutcheon, Victor Stiles, Donna Conforti, Chris Month, Pia Zadora, Leila Martin

De qué va
En estas fechas tan señaladas he decidido lanzarme con una película protagonizada por el gordo de rojo. ¡¡En qué hora!! Podría haberme decidido por la finlandesa Rare Exports o la holandesa Saint, películas que tengo muchas ganas de ver y que también están protagonizadas, o eso creo, por Santa Claus o San Nicolás o Papá Noel o como queramos llamarlo. Pero no, tuve que escoger esta mierda.
Argumento: Los niños de Marte están mohínos, cosa que, por otra parte, no es de extrañar, ya que, cuando nacen, en sus cunas, se les conecta a una máquina para pasarles toda la información y, tienen una dieta a base de pastillas de hamburguesa, de crema de espárragos y de patatas al horno. Exquisiteces.
El “jefe de los marcianos” (atención, no rey, ni emperador, ni general… “jefe”) decide que es hora de tomar cartas en el asunto y, junto con sus expertos, va a visitar a Chochem, un tío con más años que Matusalén (bueno, exagero un poco, Matusalén llegó a los 969 años y este pollo sólo tiene 800, según nos cuentan) que es muy listo. Les cuenta que los chavales están tristes porque como en la Tierra es Navidad y los niños de allí se lo pasan bien con un tipo llamado Santa Claus, pues los de Marte (supongo que por envidia) están apagados y ojerosos.
Pues nada, secuestramos a Santa Claus en nuestra nave que parece un soplete gigante puesto al revés y punto. A todo esto tenemos al malo de la función, y sabemos que es el malo desde el principio porque lleva un mostacho a lo Pancho Villa y protesta mucho (solo le falta fumar, vamos), cuya solución es matar a Santa Claus, a los niños que son testigos de la llegada de los marcianos a la Tierra y a todo el que le lleve la contraria (por desgracia, no le dejan hacerlo).
También llevan un robot (bueno, robot, llamarle robot a eso… madre mía… es como llamarle nave espacial a un soplete gigante) que obedece las órdenes del jefe de los marcianos, hasta que Santa levanta una mano y ya no hace caso a nadie.
Y hablemos de Santa Claus. Del Santa Claus de esta película, claro. Es un tipo gordo, viejo, con barba blanca, que se pasa toda la película riendo como si fuese tonto (realmente lo parece) aunque lo estén insultando.
Al final, todos felices y comieron perdices (el resto de la trama es tan inocua que paso de contarlo, bueno, me dormí a ratos, así que tampoco sé muy bien qué pasó).

Índice de cutrerío
Santa Madre del Amor Hermoso. ¿Qué mente enferma puede engendrar semejante tortura? Es para poner en fila a todos los responsables de esta ¿película?, desde el director hasta los actores (sobretodo los actores), pasando por productor, director, guionista, compositor, director de fotografía, montador, diseñador de vestuario, técnicos en efectos especiales, script… y empezar a dar hostias a mano abierta a todos ellos.
Empecemos hablando de los actores. El que hace de malo, que es como un cruce de Tkachenko (aquel jugador de baloncesto soviético de los años 80) con el increíble Hulk (porque es verde) es bastante mal actor, patético diría yo, pero es que es el mejor actor de la película. Si lo comparamos con los demás, es como si comparas a, no sé, Meryl Streep con Kristen Stewart. A Santa Claus le metía una patada en todo el cielo la boca a ver si se le quitaba la risita de gilipollas que tiene. Y los niños… madre mía, los niños. Les estaba dando patadas en el culo hasta que reventara los zapatos. He consultado en IMDb y hay que agradecer que solamente hiciesen esta película (excepto la niña marciana, interpretada por Pia Zadora, que no sé quién coño es, pero me suena su nombre). Pero lo peor es un personaje llamado Dropo, que pone nervioso cuando sale. Es el clásico alivio cómico. Ya lo dice el refrán… otros vendrán que bueno te harán. Éste hace buenos a todos los demás.
Del guión no voy a hablar.
En cuanto a los efectos especiales… ya he revelado alguna cosa, como la nave espacial (por llamarla de alguna manera) o el robot (al lado de este, el robot de Supersonic Man parece uno de los de Yo robot), pero lo mejor (lo peor) es el oso polar que sale en una de las escenas del Polo Norte. Es un tío andando a gatas con un traje blanco comprado en una tienda de chinos.
Ah! Y en Marte, los letreros los escriben en perfecto inglés.

Conclusión
Si queréis ver películas navideñas, ni se os ocurra acercaros a esto. No se me ocurren palabras para decir lo mala que me ha parecido.
Películas navideñas, las tenemos clásicas como ¡Qué bello es vivir!, gamberras como Gremlins o cañeras como El día de la bestia. También las hay más infantiles (pero divertidas) como Solo en casa. Con cualquiera de esas (y muchas más, claro) se puede pasar un rato entretenido. Con ésta, no.




1 comentario:

  1. buff!!!!un combate a muerte entre este robot y el de supersonic man no estaría pero que nada mal...!

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